5.12.06



Las muñecas de Leandra y Kelly

Las muñecas de Leandra y Kelly conocen el frío intenso del páramo merideño. Huelen a esa tierra, a la leche de vaca recién ordeñada que ellas beben. A las arepas redondas que preparan sus madres y abuelas.

Las muñecas de Leandra y Kelly tienen el sudor de estas niñas que juegan a pleno sol y a plena lluvia. Están hechas de las lágrimas que se les escapan de vez en cuando, pero sobre todo están armadas de la infinita alegría que habita en sus tiernos corazones.

Las muñecas de Leandra y Kelly parecen casi humanas porque rebosan de uso y de afecto. Exhalan muestras de prolongados juegos. Son una evidencia palpable y olorosa de tanta vida que brota y arde en medio de las bajas temperaturas de El Paramito.

5.11.06








Pocos se dan cuenta del legado indígena a la cultura llanera. Por el contrario, hoy los pueblos originarios y sus formas de vida siguen siendo desestimados por quien más les debe: el llanero. Sin embargo, el descanso de éste en el chinchorro heredado del indígena, sirve poco a poco para la reflexión que permitirá el reencuentro en una encrucijada inevitable.

Esta es la sinopsis breve de la producción audiovisual titulada Llano Profundo, actualmente en etapa de preproducción en el estado Guárico. Entre los lugares donde se ha desarrollado la mayor parte de la prospección etnográfica se encuentran San Juan de los Morros, Valle de la Pascua, Espino, El Socorro, San José de Tiznados, Sierra de Manamundo, Zanjonote, las Mesas de Torrealba, etc.

20.9.06




Somos

Se estrena este 20 de septiembre en el CELARG, Caracas, la serie “Somos”, dedicada a mostrar la actualidad de más de treinta comunidades indígenas representantes de igual número de etnias o pueblos originarios venezolanos. Producida por la Cooperativa Estrella Films para el Ministerio de la Cultura, la serie representa un importante aporte en el registro de nuestro patrimonio cultural, el cual deberá ser difundido a través de los medios televisivos próximamente.

En esta serie el cineasta Carlos Gómez de la Espriella, uno de los miembros del Proyecto Manamundo, participó en la dirección de 7 de los 35 documentales. En específico fueron los documentales de los pueblos Timote, Warekena, Baré, Kurripako, Baniva, Ñengatú y Piapoco. Es importante resaltar el apoyo del Centro de Investigaciones Etnológicas de la Universidad de Los Andes.

En las fotos, arriba el cerro Kurimacare en el río Casiquiare, un monumento natural y cultural con una leyenda baré, narrada en el documental Somos Baré. Abajo un grupo de niños maroeños juegan al camarógrafo y al sonidista.

15.9.06

Mastros y Maibaums

En Europa, todavía el Maibaum o Árbol de Mayo, procedente de milenios enteros de adoración a la fertilidad… En Amazonas, Venezuela, los Mastros, símbolo de un proceso intercultural…

El Maibaum que se puede observar en muchos pueblos de Austria, por ejemplo, país ubicado en plena Europa Central, podría ser la versión antigua del Mastro, presente durante las festividades patronales de varios pueblos y caseríos amazónicos, como Maroa y Wayanapi. Es necesario un estudio histórico a fondo, probablemente en la amazonía brasilera (de donde vinieron los Mastros de la amazonía venezolana), para saber cómo se pasó de aquel Maibaum a los dos Mastros…

“Mastros y Maibaums, culto a la armonía” es un documental dirigido por Carlos Gómez de la Espriella y producido con el apoyo del Proyecto Manamundo, en paralelo a la realización de varios documentales en la región sur del Amazonas venezolano, durante los últimos dos años. Se espera sirva como expresión de los vínculos culturales existentes entre pueblos en apariencia tan diferentes como el austriaco y el amazónico.

En las fotos, de arriba hacia abajo: 1) Cartel de promoción de la “paradura” del Maibaum en Hallstatt, Austria. 2) Paradura del Maibaum en Hallstatt, Austria. 3) Mastros de Maroa, estado Amazonas, Venezuela. 4) Mastros en San Carlos de Río Negro, estado Amazonas, Venezuela. 5)Detalle de Mastro. 6) Paradura del Mastro en Wayanapi, estado Amazonas, Venezuela. (Fotos: Carlos Gómez de la Espriella. Las últimas cuatro son extraídas de los documentales Somos Baniva, Somos Baré y Somos Warekena)












10.9.06

Travesías

Parece que el precio de la gasolina en Venezuela es el más envidiado del mundo. Para algunos europeos, por ejemplo, sería una especie de fantasía hecha realidad poder llenar un tanque de gasolina todas las veces necesarias, sin gastar un sueldo mínimo de allá en una semana. Aquí de seguro hasta le pedirían bañar el carro con el preciado líquido al “bombero” – el encargado de llenar los tanques en Venezuela, por lo general una persona por cada dispensador, que de paso hace el favor de limpiar el parabrisas- , individuo que no existe allá, en Europa, donde el cliente debe bajarse del carro a echarse la gasolina él mismo, a pesar de pagar en promedio Euro y medio por litro (aproximadamente Bs. 4. 500,00, mientras que aquí el litro no pasa de 100 bolívares…).

Sin embargo, en Venezuela la mayoría de las personas no tienen vehículo propio y se movilizan en transporte público. Este es el caso del señor de la fotografía. Se trata de un pasajero de un autobús llanero. El hombre pagó todos los puestos de atrás (el sitio conocido en el argot de los pasajeros venezolanos como la “cocina”, por ser muy caluroso, debido a su cercanía al motor del transporte), pero casi no le quedó espacio para sentarse él, en medio de su cargamento de almohadas…

En la otra foto se pueden apreciar algunos detalles del autobús por dentro. El transporte público en Venezuela, en un alto porcentaje es de verdad vergonzoso. Y lo peor es que para conocer bien este país, la mejor forma podría ser este tipo de vehículos públicos, por supuesto, no estamos hablando de turismo…

El ferrocarril siempre ha sido una aspiración para conectar a todo el país, pero mientras la gasolina sea tan barata, cada vez más habrán particulares con carros, gente en autobuses de todo tipo, gandolas, etc. Ser un país rico en petróleo, no parece resultar la vía para mejorar la calidad de vida de todos…

Este es uno de los tantos aspectos que se manejan dentro del Proyecto Manamundo, de acuerdo a sus objetivos dirigidos a la revitalización de las zonas rurales venezolanas. El transporte público debe ser mejorado para contribuir con las condiciones de vida de los habitantes de la periferia.



25.8.06



Hato La Casimira, observación participante, diagnóstico y aplicabilidad

En la actualidad el recurso etnográfico constituye la base de cualquier proyecto donde necesariamente se ve involucrado un grupo de personas en un entorno determinado. En el Hato La Casimira, propiedad de la empresa Agrocasma, C.A., ubicado a 60 kilómetros de Valle de la Pascua, Estado Guárico, se ha comprendido que la diversificación de su producción y propósitos no puede verse al margen del entorno poblacional que la rodea ni de la realidad político-económica del país. El cambio planteado implica un proceso de fondo social.

La experiencia demuestra que en los cambios sociales planificados –ya sea temas de organización comunitaria como de desarrollo económico- debe realizarse un estudio social adecuado antes de iniciar el proyecto. Cuando los afectados desean el cambio y éste encaja en su estilo de vida y con sus tradiciones, tendrá más éxito, será más beneficioso y más efectivo con un menor coste. Se habrá dado no sólo una solución más humana a un problema social real, sino también una más económica.(Kottak, 2003:269)

De esta manera se podrá además garantizar una continuidad en la efectividad de los futuros cambios a mediano y largo plazo, evitándose la pérdida de tiempo y recursos, con enfoques equivocados o superficiales.

Objetivo del proyecto
Realizar un trabajo investigativo de fondo etnológico en cooperación con la empresa Agrocasma C.A., a través de la observación participante y otras técnicas, para lograr un diagnóstico preciso de la situación actual del Hato La Casimira, que sirva de sustento a una serie de ideas enfocadas hacia la recuperación y diversificación de la capacidad productiva de esta propiedad, con soluciones a mediano y largo plazo, sin descuidar el aspecto social siempre indispensable para el adecuado direccionamiento de cualquier proyecto económico.

18.8.06



Niños timote se acercan al audiovisual

Llegaron con la timidez que los caracteriza. Vestidos con sus trajes domingueros. Algunos solos, otros acompañados de sus madres o hermanas. Cada uno se sentó donde quiso, en una silla o sobre una cesta de plástico. Silenciosos todos. Intrigados por la convocatoria de esa mañana: aprender a manejar una cámara filmadora.

Aunque la invitación estaba dirigida a niños y niñas de la mancomunidad indígena timote entre los ocho y doce años, asistieron pequeños de dos, tres y cinco años, que terminaron junto a los adultos, como espectadores de lo que en pocas horas, logró realizar el grupo seleccionado.

Con el salón cada vez más concurrido, el facilitador del taller audiovisual, Carlos Gómez, los introdujo a través de un lenguaje sencillo, en el manejo de la cámara y en los detalles técnicos básicos de la misma.

Ante la pregunta de “quién quiere ser el primero en empezar a grabar”, todos levantaron la mano y rompieron el mutismo que hasta el momento habían mantenido.

Luis Ángel Araujo, de nueve años, se ofreció a cantar una canción para que sus compañeros lo filmaran. Kelly Johana Andrade (ocho años) no dudó en tomar firmemente la cámara para registrar la singular presentación de su primo. Tras vencer las dificultades iniciales –como que sus pequeños dedos no alcanzan bien el botón del zoom– se apoderó del aparato y no paró de grabar hasta que Luis Ángel se quitó su inseparable sombrero y se inclinó ante el público que lo aplaudió calurosamente.

Así, mientras unos actuaron, los demás manejaron la cámara. Ninguno de los participantes perdió la oportunidad que se les presentaba por primera vez, de comenzar a acercarse al recurso audiovisual.

Esa misma mañana pudieron ver en un televisor el resultado de lo que habían hecho durante el breve pero productivo taller. Las expresiones de asombro y alegría no se hicieron esperar. Confirmaron de esta manera, que tienen un gran potencial para capturar la imagen y el sonido.


Proyecto etnográfico

El taller audiovisual que recibieron niños y niñas de la mancomunidad timote de El Paramito Alto, municipio Miranda del estado Mérida, surgió de la necesidad que tienen los integrantes de esta población, de prepararse en áreas que consideran de especial importancia para revitalizarse como pueblo indígena de Venezuela.

La mancomunidad se mostró abierta y receptiva a la propuesta surgida en el marco de la grabación del primer capítulo del Proyecto Etnografía Audiovisual Timote, dirigido a la producción de cinco documentales sobre temas específicos de la cultura timote (educación, salud, vivienda y urbanismo, ambiente y agroalimentación). Esto dentro de un convenio establecido con la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología –Fundacite Mérida–, enmarcado en la serie de trabajos que se propone realizar la Red de Aliados para los Pueblos Indígenas de Mérida.

El Proyecto Manamundo aportó en específico el taller a los niños y niñas timote, y también un registro fotográfico, más de 200 imágenes, que nutrirán el archivo visual de la mancomunidad indígena.

1.8.06


Especializada en agronomía, educación, medicina, medios audiovisuales, comunicación social y etnología, además de cualquier otra disciplina a sumarse posteriormente, revitalizar los aspectos tradicionales de las comunidades será el fin central de esta organización, en base a una labor investigativa de tipo cooperativo, partiendo de la observación participante etnográfica para hacer prevalecer desde la iniciativa propia de la misma gente, los puntos de vista autóctonos y tradicionales por encima de las concepciones "homogenaizantes" occidentales, sin descuidar las ventajas de los avances tecnológicos mundiales, de los cuales se hará una transferencia razonada de acuerdo a las particularidades regionales. Educar sobre la importancia del respeto a la diversidad cultural, así como promover formas de control sobre la globalización y la interculturalidad, es la meta más universal del Proyecto Manamundo. Por lo tanto, las áreas a ser atendidas pueden ser de incorporación ilimitada e interrelacionadas, siempre haciéndose énfasis en el desarrollo de proyectos de revitalización cultural dirigidos a la atención de necesidades ambientales, endógeno-productivas, sanitarias, educativas y comunicativas, dentro de los sectores más periféricos.